Cuando Mila recibe la oportunidad de ganar una fuerte suma de dinero en una sola noche a través de su colega Vivienne, no dice que no. Lo único que tienen que hacer los dos amigas es servir bebidas, pero el escenario es un poco especial. Es un partido selecto, donde las cosas son muy permisivas.
En este ambiente tan especial, Mila conoce a un hombre escandalosamente guapo con el que se deja llevar por cosas que nunca habría imaginado con un completo desconocido. Pero, ¿volverá a verle?
Mila vuelve a ver al tío bueno antes de lo que hubiera soñado. Dos días después, cuando la citan ante el jefe máximo de la empresa donde trabaja como mecanógrafa, casi se da de bruces con el golpe: ¡el jefe de la mayor cadena de juguetes estadounidense no es otro que el hombre sexy de la fiesta!
Pero aparentemente Landon no reconoce a Mila. ¿O la reconoce y no se da cuenta?
Mila está completamente descolocada, más aún cuando Landon le ordena que sustituya a su secretaria durante las vacaciones durante tres semanas.
¿Es una coincidencia? ¿O está Landon jugando con ella a un juego del que sólo él conoce las reglas? ¿Y hasta dónde llegará?
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