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Suya para devorarme. Suya para reclamarme. ¿Suya para reclamar?
Sólo salí al supermercado. Entonces fui abducida. Por extraterrestres. ¡Malditos alienígenas! ¿Qué demonios? Así que ahora estoy en otro planeta, a merced de un enorme depredador alienígena…
¡Y qué alienígena es! Grandes músculos por todas partes, guapo, alado y con un ardiente deseo de comerme.
Entera.
Jyr es el líder de una temible especie alienígena conocida como los Gryn. Oscuros y peligrosos, alados y con garras, estos depredadores necesitan hembras, y él cree que ya es mi propietario.
No soy ese tipo de chica. Para empezar, no le pertenezco a él, ni a nadie. No voy a quedarme en este planeta para producir bebés para un macho alienígena que acecha cada uno de mis movimientos.
Que me mira como si fuera su presa perfecta.
Que me hace sentir caliente por dentro. Mejor de lo que me he sentido en mucho tiempo.
Pero nada de eso importa. No debo estar aquí. Tengo que volver a la Tierra, por cualquier medio posible.
Sólo hay un problema…
Este depredador alienígena no va a dejarme ir
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