La gente dice que lo bueno siempre se hace esperar.
¡Vaya m!3rd@!
Toda mi vida ha sido una espera. Irme por lo seguro. Ser la chica buena, no salirme de lo establecido. Trabajé duro tratando de demostrarle mi valor a mi padre, luego a mis profesores universitarios y luego a mi jefe en New World Media. Simplemente esperando el día en que todo valiera la pena.
Y justo cuando estaba empezando a ver los frutos de la espera, finalmente tenía una casa, un trabajo, incluso estaba pensando en adoptar un gato, ¡boom! Mi vida explota y de repente ahora estoy aquí y...
—Todo listo —la médica interrumpe mis pensamientos, quitándose los guantes con un fuerte chasquido.
Incluso desde la cama donde estoy acostada, con las piernas abiertas cual pavo de Acción de Gracias, puedo escuchar el rugido impaciente del hombre que se encuentra en el umbral. Si se le puede llamar hombre. Es más bien la bestia de un bendito cuento de hadas. —¿Y bien?
Su dictamen hace eco en toda la habitación mientras todavía tiene el espéculo dentro de mí. —Es virgen
Blancanieves está huyendo y es más sexy que nunca...
Isobel.
Estoy huyendo de mi malvada madrastra, pero nadie puede saberlo. Y mucho menos mi nuevo jefe y gran dolor en el trasero, Hunter Dawkins. Podríamos haber tenido una noche increíble juntos, pero a la mañana siguiente se enfrió más que el corazón de un banquero de Wallstreet durante un baile de caridad. Tengo tolerancia cero con los imbéciles de mi vida. No gracias. Apareceré, haré mi trabajo y ganaré lo suficiente para mantenerme fuera de la red donde mi madrastra no pueda encontrarme, pero eso es todo.
Hunter.
Tengo grandes planes para mi clínica veterinaria de animales grandes y no incluyen contratar a una hermosa persona que habla rápido como pasante de verano. ¿El hecho de que tenga largas piernas y curvas que podrían hacer llorar a un hombre adulto? ¿O que pasamos juntos una noche inolvidable? No significa nada. Tiene secretos y no tiene la intención de quedarse mucho tiempo. ¿Cómo puedo tener un futuro con una mujer que no tiene pasado? Pero cuando los problemas llegan a la ciudad, me doy cuenta de que la mujer que amo odiar podría ser la única sin la que no puedo vivir
Un mujeriego, una chica poco delicada y un exconvicto. No podrían tener más diferencias.
¿Cuál es el único lugar donde todas esas diferencias desaparecen?
En el dormitorio.
—Entremos —dijo Liam, tomando la llave tarjeta del hotel a la cual Calla se aferraba. Ella lucía confundida hasta que Liam dirigió su mirada a Mack y añadió—: Todos.
Calla abrió sus ojos, sorprendida, y abrió ligeramente su boca. Pero al abrir la puerta, entró y la mantuvo completamente abierta.
Como invitación.
Maldito. Mack lo sentía en su pecho y en sus testículos: el deseo. Ella no entiende la clase de invitación que está haciendo.
Liam se quedó justo al lado del umbral, pero, aun así, Mack dudaba. Ella se merece a alguien un millón de veces mejor que cualquiera de estos dos tipos cachondos.
Mack estuvo a punto de dar media vuelta e irse. De verdad que sí.
Pero luego Calla estiró su mano y lo tomó de la suya. Con la otra, tomó a Liam. Cuando comenzó a halarlos a ambos hacia adentro, Mack se dejó llevar.
No sabía si estaba entrando al cielo o al infierno. Pero mientras cerraban la puerta a sus espaldas, Mack sabía que no había otro lugar en el que preferiría estar.
Me hace tanta falta un hombre como una bala en la cabeza. El último casi me mata. En serio.
Conseguí escapar nada más que con mi vida y, cuando llego a un rancho en Texas Central, solo busco un lugar donde esconderme y recuperarme. Pero entonces aparece Reece Walker. ¿Por qué, Dios? ¿Te encanta torturarme así? ¿Te divierte?
Me digo a mí misma que será solo una noche. Bailamos el chachachá y me lo arranco de la mente.
Pero resulta que Reece no es de esos hombres que olvidas fácilmente, mucho menos cuando termino quedándome a vivir en el rancho. Día que comienza y día que termina y ahí sigue él, con sus ojos azules grandes, bromas tontas y miradas abrasadoras que siento directamente en…
Rayos. No. No me voy a enamorar. Ya he pasado por mucho y me tengo que ir pronto. No puedo ni pensar en construir un futuro cuando no sé si mi pasado me alcanzará
1
Ruth era una pesadilla viviendo en el rancho bajo el mismo techo. Y ahora que estaba ayudando a la prometida de mi hermano gemelo a planificar su boda está peor. Para nadie es un secreto que no nos soportamos. Y en las siguientes dos semanas, si no le estoy haciendo un favor a mi hermano, también estoy salvándole el pellejo a la terca, obstinada y chillona de Ruth por todo el pueblo ya que su coche tuvo un accidente y se quedó en la carretera. Sacrificio que no aprecia demasiado, porque discute, se queja y parlotea. Ningún hombre puede aguantar tanto antes de estallar. Algo que Ruth, con quien también he fantaseado en secreto todas las noches desde el día en que mi hermano y yo llegamos al rancho, está a punto de descubrir
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